El Día Internacional de la Mujer tiene como objetivo celebrar a las mujeres de cada clase social, sin embargo, los eventos de IWD parecen resaltar las mismas narraciones, las mismas historias de éxito y las mismas definiciones que el empoderamiento, la mayoría de las cuales tienen que ver con cuántas mujeres lo están «matando» en el trabajo.

Este hiper-enfoque en las mujeres en la fuerza laboral como la única métrica para el progreso de las mujeres aumenta una forma miope de ver Discriminación de género Y la desigualdad cuando, en realidad, se manifiesta de manera diferente entre las culturas. Y así, en consecuencia, el progreso adquiere muchas formas.

La desigualdad y la discriminación no existen solo en el lugar de trabajo. También vienen en forma de violencia y abuso doméstico, misoginia entre las mujeres mismas y acoso sexual: en el lugar de trabajo, en Internet E Literalmente en todas partes.

Y no olvidemos cómo los atletas en algunos deportes tienen un código de ropa diferente de sus homólogos masculinos cuando se trata de ropa de competencia.

Quizás es hora de reducir otro panel que muestra a los gerentes de la compañía. Pueden mantener sus lugares, pero tenemos que dejar espacio para una gama más amplia de mujeres exitosas, así como para ver el éxito de diferentes maneras.

Si bien estar en el liderazgo corporativo es admirable, no todas las mujeres quieren ser CEO, y eso está bien. Si realmente nos preocupamos por la diversidad, debemos expandir la conversación más allá de las mujeres para trabajar a las mujeres en todos los aspectos de la vida.

Una sociedad floreciente es aquella en la que las mujeres, independientemente de su papel, son tratadas con dignidad, autonomía y respeto.

Me gustaría ver a las organizaciones arrojar luz sobre las mujeres que limpian nuestras profundidades de la oficina, los artesanos que preservan artesanías intergeneracionales, las madres solteras crean su camino incluso si están aplastadas en una generación de sándwich, los sobrevivientes de los abusos que reconstruyen sus vidas y ofrecen voluntarios en los refugios de las mujeres.

Quiero escuchar a las mujeres que hayan aprendido a invertir desde cero, apoyar el pozo de las niñas en la era de las redes sociales y las tías que cuidan a las personas sin hogar y los animales en sus vecindarios. ¿Cuáles son sus historias? ¿Quién los inspira? ¿Dónde encuentran fuerza?

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