El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que tiene como objetivo revisar la acreditación de la Universidad, un proceso que las universidades deben pasar para recibir ayuda financiera federal.

La orden de acreditación, una herramienta a la que Trump se refirió como su «arma secreta» durante su campaña, se produce como parte del mayor esfuerzo del presidente para remodelar las universidades estadounidenses, que argumenta que han sido corrompidas por las ideologías de izquierda.

La orden acusa a los acreditantes universitarios, que son independientes del gobierno de los Estados Unidos, de haber «abusado de su enorme autoridad».

Desde que asumió el cargo, Trump se mudó para despojar a los fondos de las universidades sobre presunto antisemitismo, y también los presionó para cambiar ciertos programas académicos.

La orden ejecutiva fue una de las siete órdenes centradas en la educación que el presidente firmó en la Casa Blanca el miércoles.

La orden sobre acreditación acusa a los acreditantes de haberse centrado más en la ideología izquierdista, incluidos los programas de diversidad, equidad e inclusión, en lugar de resultados académicos.

«Los estudiantes y contribuyentes estadounidenses merecen mejor, y mi administración reformará nuestro sistema de acreditación disfuncional para que los colegios y universidades se centren en ofrecer programas académicos de alta calidad a un precio razonable», dice el pedido.

Los acreditantes estadounidenses juegan un papel clave en la determinación de qué universidades pueden acceder a miles de millones de dólares en fondos federales cada año.

Trump y sus aliados han acusado a los grupos de acreditadores de ser un cartel que sofoca la diversidad académica. Los acredores han negado que estén presionando cualquier agenda política en los campus.

La orden de Trump hace que sea más fácil para las universidades elegir a sus acreditantes y que las nuevas instituciones de educación superior se acrediten. También ordena al gobierno que «tome medidas apropiadas para rescindir la discriminación ilegal» que se encuentra en el proceso de acreditación.

La medida se produce cuando Trump continúa su represión en las instituciones de educación superior.

Ha despojado de fondos de algunas de las principales universidades del país, incluidas Columbia y Harvard, exigió cambios en sus programas académicos, acusó al liderazgo universitario de tolerar el antisemitismo en el campus, y se mudó para deportar a los estudiantes internacionales que han opuesto vocalmente las acciones de Israel en Gaza.

También se mudó para desmantelar el Departamento de Educación de los Estados Unidos.

Source link