Lula Brasil veta en partes del ‘proyecto de ley de devastación’ ambiental

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, vetó el viernes algunas disposiciones de un proyecto de ley que habría facilitado a las empresas asegurar los permisos ambientales, inclinándose a la presión de los grupos activistas.
Apodado el «proyecto de ley de devastación» por sus detractores, el texto recientemente adoptado por los legisladores habría aflojado las leyes de licencias ambientales para proyectos considerados «estratégicos» por el estado.
Para algunos permisos, todo lo que se hubiera requerido es una declaración simple del compromiso ambiental de la Compañía.
En cambio, Lula restableció las reglas de licencia estrictas actuales para proyectos estratégicos, como un controvertido mega proyecto petrolero en la desembocadura del río Amazon, pero estableció un plazo de un año para que sean aprobados o rechazados.
Su veto también asegura que varios territorios indígenas y el bosque del Atlántico, que se extienden a lo largo de la costa este, continuarán disfrutando de una protección especial, dijo a los periodistas la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
SOS Atlantic Forest, una organización no gubernamental que había obtenido más de un millón de firmas pidiendo un veto de la ley, elogió la decisión de Lula como «una victoria» para la protección del medio ambiente.
Greenpeace también elogió la acción del presidente izquierdista sobre el tema.
Pero el coordinador ejecutivo de APIB, el grupo de derechos indígenas más grande de Brasil, le dijo a AFP que estaba decepcionado de que el presidente no hubiera anulado todo el proyecto de ley.
El veto de Lula ahora debe ser ratificado por el Congreso, que está dominado por conservadores.
Las credenciales ambientales de Lula están bajo estrecha escrutinio en el período previo a la cumbre anual de la ONU climática, que organizará en noviembre en la ciudad de Amazon de Belem.
Mientras busca asumir un papel de liderazgo en el cambio climático en el escenario global, Lula ha enfrentado críticas en el hogar por respaldar la perforación en el margen ecuatorial, a lo largo de la costa norte del país.
Argumenta que los ingresos del campo petrolero son necesarios para financiar la transición energética de Brasil.
Silva dijo que el objetivo de Lula era asegurarse de que «la economía no compita con la ecología, sino que son parte de la misma ecuación».
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