Ruanda confirma las conversaciones con la administración de Trump para llevar a los migrantes

Ruanda está en la «etapa inicial» de las conversaciones con la administración Trump para aceptar migrantes deportados por los Estados Unidos, dijo el ministro de Asuntos Exteriores del país de África Oriental, Olivier Nduhungirehe.
Sus comentarios se producen después de que el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, dijo el mes pasado que Washington estaba «buscando activamente» a los países que tomarían «algunos de los seres humanos más despreciables».
Nduhungirehe dijo que las conversaciones «no eran nuevas para nosotros», ya que Ruanda había acordado previamente aceptar a los migrantes deportados por el Reino Unido.
Sin embargo, el Reino Unido abandonó el esquema, que enfrentó numerosos cambios legales, después de que el gobierno laborista de Keir Starmer asumió el cargo en julio pasado.
En declaraciones a la televisión de Ruanda el domingo, Nduhungireh dijo que el gobierno estaba en el «espíritu» de dar «otra oportunidad a los migrantes que tienen problemas en todo el mundo».
Nduhungirehe agregó que las conversaciones con los Estados Unidos continuaban, y era demasiado pronto para predecir su resultado.
Desde que llegó al cargo en enero, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha centrado en acelerar la eliminación de migrantes indocumentados, con la promesa de «deportaciones masivas».
En febrero, El Salvador se ofreció a recoger criminales deportados desde los Estados Unidos, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense, y los albergaron en su mega cárcel.
El presidente salvadoreano, Nayib Bukele, dijo que su gobierno lo haría «a cambio de una tarifa».
Panamá y Costa Rica también ha tomado en migrantes deportados de los Estados Unidos.
La semana pasada, un funcionario de Ruanda no identificado le dijo al Washington Post Que el país estaba «abierto» a la aspira a más migrantes expulsados de los Estados Unidos, después de haber aceptado un iraquí en marzo.
El funcionario agregó que las conversaciones con los Estados Unidos comenzaron poco después de la inauguración de Trump en enero.
Ruanda ha sido criticada previamente por su historial de derechos humanos, incluido el riesgo de que los enviados a la nación de África Oriental puedan ser deportados nuevamente a países donde puedan enfrentar peligro.
Sin embargo, Ruanda dice que es un lugar seguro para los refugiados.